Capisca De Camarón

Capisca De Camarón
La Capisca de Camarón, es un plato en base de camarones enteros, (Cryphiops Caementarius) una especie endémica de los ríos de la Vertiente Occidental, (Molina, 1782).La preparación de este crustáceo se remonta desde el tiempo de sus primeros habitantes en la época prehispánica, continuando hasta nuestros días. Es un plato que tiene valores de identidad, por lo que se prepara en la fiesta de aniversario de creación política del distrito de Mariano Nicolás Val cárcel 02 y 03 de noviembre.Para la elaboración de este platillo tradicional, se hace uso de los camarones enteros, los cuales son pre cocidos en poca agua, se estima 3 kg de camarón por un litro de agua aproximadamente, y en una cama de paico; hierba aromática y digestiva de la cual se dice que era usada desde tiempos de antaño, se agrega sal al gusto y se le añade ramitas de huacatay para mantener el secreto del sabor especial de este platillo, este se sirve sobre la mesa acompañada de papa sancochada, choclo y de ají latan y sin cubiertos.En la localidad de Urasqui se lleva a cabo el Festival del Camarón el 02 de noviembre, con motivo del aniversario del distrito, y aquí este emblemático plato se sirve sobre una mesa que tiene unos 40 metros de largo,   es preparada especialmente para la ocasión, los camarones en grandes cantidades   aparentando cerros, son adornados con papas alrededor y acompañados con vasijas de ají latan, para esta fecha se prepara con ayuda de la asociación de Camaroneros artesanales y la Municipalidad Distrital de Mariano Nicolás Val cárcel más de mil kilos de camarón y se sirve de forma gratuita a los visitantes, de esta manera original también se prepara los camarones con agua y sal en los pueblos de Urasqui, Anchalo, Surita y Jaywiche.Contaban los abuelitos que desde temprano iban al río y en viajes de latas y latas de aceite se llenaban las mesas del abundante camarón, ellos estaban hasta en las piedras y al llegar a casa, era una pasadita con sal al fogón, ¡Y ya no ya!. La Capisca con sus buenos acompañantes; un buen ají molido en batán, rocotito de la huerta encurtido, las papitas blancas y su choclo serrano traídos en alforjas a paso de bestia, reunían a grandes y chicos a la hora del almuerzo donde se escuchaba decir: ¡Primito, qué buena panceada me he dau!